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Un perfume es una mezcla de componentes aromáticos volátiles, algo más que la suma de sus partes, por lo que crear una fragancia memorable implica la búsqueda de la armonía. Comprender la estructura de una fragancia, es decir, su pirámide olfativa, es importante para crear una mezcla armoniosa y hermosa.
Una fórmula suele incluir entre 30 y 60 materiales iniciales, tanto naturales como sintéticos. Los ingredientes naturales, que incluyen cientos de moléculas de aroma, aportan complejidad a una fragancia. Los ingredientes sintéticos suelen componerse de una única molécula, pero añaden vibrantes efectos y sensaciones que en ocasiones no existen en la naturaleza. También ayudan a recrear aromas de plantas que no se prestan a las técnicas de extracción tradicionales. Capturar la fragancia del lirio del valle, la lila o la fresa no sería posible sin materiales de laboratorio y las nuevas tecnologías de fragancia. Por consiguiente, es importante el equilibrio entre materiales naturales y sintéticos
Basándonos en la tasa de evaporación de los distintos componentes, un perfume se compone de notas de salida, de corazón (medias) y de fondo. En conjunto, componen una pirámide olfativa, un concepto que se utiliza para visualizar el desarrollo de una fragancia y su armonía.
Notas de salida
Son la primera impresión de una composición; también se conocen como las "notas de cabeza". Los materiales volátiles, como los cítricos, crean un efecto vívido y brillante que puede ir desde una estimulación delicada a dramáticamente intensa, dependiendo de la composición y de su intención.
Las notas de salida pueden durar entre 10 minutos y una hora, dependiendo de la fragancia, y su función principal es marcar el tono y preparar el camino para las notas de corazón.
Algunos ejemplos de notas de salida que usan nuestros perfumistas son los siguientes:
- Cítricas: bergamota, pomelo, mandarina
- Herbales/aromáticas: lavanda, menta, romero
- Acuáticas: notas marinas
Notas de corazón
Las notas de corazón también se conocen como notas de cuerpo o centrales. Independientemente del nombre, son una parte importante de una composición: su corazón, su esencia. Permanecen mucho más tiempo que las notas de salida, dado que son materiales de volatilidad media, como las flores, las especias y las frutas. Las notas de corazón pueden durar hasta 2-3 horas, aunque, como en todos los aspectos de la pirámide olfativa, la duración depende de la composición y de los materiales utilizados.
Las notas de corazón pueden continuar el tema desarrollado por las notas de salida u ocultar algunas facetas de las notas de base que necesitan más tiempo para madurar y mezclarse en la impresión general de un perfume. El aspecto relativamente duradero de estas notas da al perfumista una oportunidad para crear acordes complejos.
Algunos ejemplos de notas de corazón que usan nuestros perfumistas son los siguientes:
- Florales: rosa, flor del naranjo, jazmín
- Especiadas: clavo, canela, pimienta negra
- Afrutadas: grosella negra, melocotón, frambuesa
Notas de fondo
La firma de una fragancia está compuesta por sus notas de fondo o de base. Entre las notas de fondo que dan a un perfume su carácter profundo, sensual o cálido encontramos las notas amaderadas, almizcladas y gourmand.
Como base de una fragancia, las notas de fondo también son responsables de otro importante elemento en una fórmula ganadora para un perfume: la duración. Las notas de fondo permanecen mucho tiempo después de que se hayan quemado las notas de salida y las de corazón hayan terminado su lento baile. Pueden durar hasta 8-10 horas. Continúan contando la historia de la fragancia y componen el elemento final de su armonía.
Algunos ejemplos de notas de base que usan nuestros perfumistas son los siguientes:
- Amaderadas: madera de cedro, sándalo, pachulí
- Almizcladas: almizcle blanco, almizcle suave
- Ámbar/orientales: ámbar blanco, ámbar cristalino
Cómo funciona un acorde en la estructura de una fragancia
Aunque la pirámide olfativa es una manera clave de visualizar la estructura, cada fragancia tiene su propia forma. La mayoría de las fragancias se elaboran a partir de uno o dos acordes principales; cada uno de ellos es la combinación de varios elementos, entre cinco y doce.
Este acorde da personalidad a la fragancia y determina a qué familia olfativa pertenece la composición.
Algunos de los acordes más famosos en perfumería reciben influencias de las diversas familias olfativas. Usar tales acordes en las composiciones permite a los perfumistas crear un sello inconfundible y reconocible en las fragancias. A continuación, se muestran cuatro ejemplos de acordes que se usan en nuestros perfumes.
- Colonia: una mezcla fresca y estimulante de notas cítricas, alcanforadas y de azahar
- Fougère: de intensidad fresca, aromática y limpia; aunque sensual y cálida, el arquetipo de las fragancias de higiene masculina
- Ámbar/oriental: un acorde intenso y cálido en el que se mezclan tonos facetados de vainilla, bálsamos, resinas, especias y maderas
- Chipre: refinado, rico, duradero y que, por otro lado, aporta sofisticación, gracias a la bergamota, el musgo de roble y el patchouli
Nuestros perfumistas inventan constantemente nuevos acuerdos y embellecen los ya existentes para crear nuevas impresiones olfativas.
Independientemente de cómo se estructure la fragancia, debe cumplir un criterio esencial: cada elemento debe oler bien.
Te invitamos a aprender más sobre la estructura de una fragancia con nuestro perfumista Marcelo Grimaux.
Ahora que comprendes la pirámide olfativa y la estructura de una fragancia, te invitamos a aprender cómo se evalúan las fragancias y encontrar la mejor opción para tu producto.
